La tecnología ignífuga integrada asegura una protección confiable contra el riesgo de incendios, proporcionando una barrera resistente al calor para mantener al usuario a salvo en situaciones críticas. Además, su propiedad antiestática ayuda a prevenir descargas electrostáticas no deseadas, minimizando el riesgo de accidentes y garantizando un ambiente de trabajo seguro.